Un día soñé que estaba despierto,
despierto, indefenso ante la hostilidad
que me vaciaba ya la mente de ideas,
de deseos de despertar siendo algo mejor.
Mediante formas inaparentes de la mente,
soñar me daba libertad, molde al propio.
¿No están hartos ya de tanta norma inflexible?
Inflexibilidad existente incluso en el vacío.
Fruto de la desconfianza entre humanos,
entre personas que, sin querer, son como yo.
Desconfianza creada por el poder. No, eso no.
Sí creada por el abuso de ese poder; el tomar líder por jefe, por autoridad.
Liderazgo inevitable de portavoces,
guías organizadores de nuestras tareas.
Sin embargo el abuso desequilibrado
crea sectores de desigualdad sin igual.
Así soñar nos ayuda a visualizar,
a aprender a desalejarnos de la realidad,
un mundo ideal que forma nuestro cociente,
que asemeja nuestro ser, nuestra creencia.
[Sueña, ya que sólo así crecerá tu imaginación y tu poder para cambiar las cosas].
Fate Wallowers 